¿A que esperan los actuales inquilinos del emblemático edifico de Naciones Unidas en Nueva York para dictar una resolución tajante, sin paliativos y sin fecha de caducidad para enviar a Libya a los "Cascos azules", inmediatamente, a fin de evitar tanta matanza innecesesaria como cruel e inhumana?. ¿O es que el nivel de pringue mundial ha llegado a tal extremo de inmundicia, corrupción y perversión que, " prácticamente, nadie está libre de pecado para echar la primera piedra"?
Mucho me temo que de los últimos 40 años de polvos inconfesables hemos llegado a estos pestilentes lodos.
Y nos querían envenenar, Antonio.
miércoles, 23 de febrero de 2011
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