Educación para la Ciudadanía: suma y sigue

Esta tarde_noche otoñal divagaré un poco sobre un tema de todavía palpitante y triste actualidad, la asignatura obligatoria (mas que las Matemáticas, la Lengua, la Geografía e Historia, Informática-Internet o la Fisica) Educación para la Ciudadanía, versión Presidente- Iluminado. Pero como introducción copiaré unas definiciones según el diccionario Pequeño Larousse:

_Ciudadanía: Calidad, derecho de ciudadano.
_Ciudadano: Que goza de ciertos derechos políticos que le permiten tomar parte en el gobierno de un país.( entiendo que “von Natura”, por el simple hecho de nacer, al menos en España, hasta ser condenado por alguna sentencia).

Entonces,
Después de la macroencuesta del Sr. Dragó en la madrileña Puerta del Sol, a principios del verano, resulta más que evidente que todo el mundo está de acuerdo con la interpretación popular de la atractiva expresión epigrafiada: jóvenes, viejos, damas, caballeros, heterosexuales, gays o lesbianas. Aunque poco tenga que ver con la acepción literal de la palabra en cuestión, Ciudadanía, según se expone al principio de esta digresión. Porque, ¿es que el Estado hoy en día otorga el titulo de ciudadano, como si fuera el de Marqués o Licenciado universitario de, previo pago de unas tasas o polizas?.Pero, siguiendo con la analogía de actualidad estaríamos hablando del titular, portada o reclamo en la primera ventana o pagina según se trabaja habitualmente con los PCs. Tener ciudadanos educados es el desideratum de cualquier posible votante (aunque recuerde terminología de “la terrible” Era franquista), aunque los dos términos por separado no tiene nada que ver con el resultado que se logra cuando se unen. Porque, ¿de que clase de Educación estamos hablando?. Podríamos averiguarlo si pasamos a la segunda página y a las siguientes. Pero seguramente hay que pasar del tercer clic para darnos cuenta de que el contenido propuesto no tiene nada que ver con el continente, tapas o envase, si va escondido en un bonito envoltorio, físico o mediático, acabado en un lazo guay. Una vez más ciertos políticos demuestran ser los ”Grandes Maestres” de la mentira, el embuste y la falsedad. De la maldad. Confunden el culo con las témporas y nos quieren dar gato por liebre.